domingo, 29 de abril de 2007

Lugar Mundial: hoy, Ciudad del Cabo

Dentro de unos años, el destino turístico más elegido del mundo será Sudáfrica. Por eso, desde este blog iremos adelantando datos sobre sus diferentes regiones, ciudades y lugares que no se pueden dejar de conocer. Empezaremos la serie con la espectacular Ciudad del Cabo.

Fundada por los primeros colonos holandeses que desembarcaron en el extremo sur de África en 1652, es la ciudad más antigua de Sudáfrica. Vale la pena recorrerla de punta a punta: la montaña Mesa, de 1083 metros de altura, y el elegante muelle Victoria & Alfred Waterfront, que además de puerto posee shoppings, restaurantes, hotel, teatro y un túnel submarino de vidrio que muestra la vida acuática, son algunos de sus atractivos turísticos.

Para los visitantes bohemios, el sitio indicado es el barrio malayo de Bo-Kaap, un suburbio con coloridas casas de techos chatos, mezquitas y un pequeño museo instalado en una casa de época. Para disfrutar de ricos platos de mar, lo mejor es llegar hasta Hout Bay, un pueblo pesquero ubicado a unos 30 minutos en auto al sur de la ciudad.

Y las razones para visitar esta ciudad no terminan ahí: falta mencionar el Cabo de Buena Esperanza, donde el contraste de las rocas con un increíble mar azul ofrecen un espectáculo soñado. La punta forma parte de la Cape of Good Hope Nature Reserve, una zona protegida donde se puede encontrar una amplia diversidad floral increíble y que funciona también como reserva animal. Allí habitan antílopes grises, cebras de montaña y monos.

Luego de estas alternativas para visitar durante el día, llega el momento de decidir qué hacer durante la noche. El barrio de Langa y otros asentamientos periféricos ofrecen tours musicales que incluyen una clase en una escuela de música, un alegre agasajo gastronómico en una casa de familia y, como cierre, un par de tragos en un pequeñísimo y modesto bar, donde se puede disfrutar de marimbas y african jazz.

Turno de bodegas, degustaciones e industria del vino, otra experiencia que Sudáfrica, a través de sus 12 rutas vitivinícolas, permite disfrutar. La más famosa y antigua de estas rutas es Stellenbosch, donde, en un radio de 12 kilómetros de valles ondulados y pueblitos, se ubican 22 fincas y bodegas. ¿Recomendaciones? Según los expertos, el Sauvignon Blanc y la variedad de tinta Pinotage, un corte sudafricano, mezcla de Pinot Noir y Heritage.

Últimas propuestas de la mano del diario Clarín: la granja de avestruces West Coast Ostrich Ranch, donde se puede disfrutar de la posibilidad de montarlos y de un espectáculo donde los protagonistas son las costumbres y bailes sudafricanos. Y a no olvidarse de visitar las grandes playas de Ciudad del Cabo: allí podrán bañarse, navegar y practicar surf.

Mucha historia, recomendación de sitios… pero imposible dejar afuera las cuestiones deportivas. ¿Planes para 2010? La construcción de un estadio ubicado en el barrio de Greenpoint, con el monte Mesa como telón de fondo y con vistas al Océano Atlántico. Pero ése será tema para un próximo post.